La quiere tener más grande

De las imágenes futboleras que mantengo más presente entre mi colección es la del cúmulo de las banderas que ondeaban en las tribunas en el partido final del campeonato colombiano de 1994. Eran muchas banderas. Como si cada asistente tuviera una. Yo tenía 12 años y mi madre me llevó a esa, que fue la única celebración con el Nacional que he vivido dentro del Atanasio Girardot. Celebración entre banderas.

Con los años la presencia de las banderas fue continuándose por la afición de mi madre. Cada que se acercaba una final donde jugaba el verde se le oía amenazar con que si el equipo quedaba campeón se hacía a una bandera más grande, y ahí sigue. Hoy tiene una bandera de 4 metros de ancho y espera que siga creciendo. Así es en el Estadio, van creciendo las banderas. Ahora ya no son tantas, pero sí grandes. A veces ninguna cuando hay sanciones.

En Argentina es una tradición. Los hinchas compiten por quién la tiene más grande. La bandera. Me imagino coperachas y recolectas para hacerse a un trapo de mayor tamaño. Eso une, eso integra. Una trama de hilos conteniendo los colores de un equipo de fútbol pasa a ser el símbolo de la unidad de un grupo, de un territorio. El estandarte del sentido de pertenencia e identificación que sostiene al barrismo.

Esta semana viendo la final de la Copa Libertadores apareció inmensa en la tele, cubriendo el griterío de la barra del Peñarol de Uruguay, una bandera que tiene su historia de juntarse por una causa, cualquiera que sea.

Aquí ya se ha visto ese poder también. Las barras organizadas han ido coleccionando banderas y han hecho de ello un culto. Aquí también se compite por la bandera más grande y hay buenas demostraciones, como el caso de Los Del Sur:

En esa final del campeonato del 94 que empezaba recordando, estaban Aristi, Chicho Serna, Carepa Gaviria, Juan Pablo Ángel, Santa, Chontico, Marulo, otros más y el hoy técnico del equipo rival de momento, Alexis García.  Cuando dieron esa vuelta olímpica pude ver a algunos de ellos emocionados ondeando sus banderas, o pegados de las mallas que separan la tribuna del campo. O que separaban, porque el estadio está estrenando modificaciones que fueron exigencia para ser sede del próximo Mundial de fútbol, y que incluyen una tribuna sin mallas de frente a la cancha.

Así como las banderas  cambian también lo hace la forma en que se vive el fútbol en las tribunas. En una plaza que han sancionado varias veces, tanto de parte de los cuerpos de juzgamiento deportivo, como de la administración local, se impone el reto de una tribuna sin mallas, probando en una final. Espero, como hincha del fútbol que el resultado de esta situación en la final sea que se vean más las banderas, y como hincha del Nacional, que mi mamá tenga que buscar más tela para reponer su propio estandarte.

Memoria:

Una píldora que me encontré en Youtube, en calidad 1994, claro, tiene un resúmen de las finales de ese año. Va:

Tags: , , , , , , , ,

No hay comentarios todavía.

Deja tu comentario

Tenis viejos

EL COMIC DEL PRIMO EN -> INSTAGRAM.

Paisajitos

EL COMIC DEL PRIMO EN -> INSTAGRAM.

El Pibe

EL COMIC DEL PRIMO EN -> INSTAGRAM.

Cuarentena

EL COMIC DEL PRIMO EN -> INSTAGRAM.

SOLIDARIDAD

EL COMIC DEL PRIMO EN -> INSTAGRAM.

2020 con Toda!

EL COMIC DEL PRIMO EN -> INSTAGRAM.