¡Por la educación, lo que sea!

Muchas son las batallas que se están librando en el campo civil por parte de los estudiantes universitarios de Colombia en estos momentos. Ellos, tratando de quitarse el estigma que les han otorgado los medios de comunicación, la policía y hasta los directivos de sus propios campus educativos, se están reinventando las protestas para mostrar qué tan errados están todos esos que los tratan como vándalos y seres que no piensan.

Varias de ellas, son sorprendentemente creativas, rompen con las barreras mentales que tenemos sobre las protestas, y dejan boquiabiertos a muchos y hasta con ganas a otros.

Pero la primera protesta no se originó desde las huestes colombianas, sino que fue importada, en apoyo a una manifestación que se estaban inventando en Chile, donde el paro educativo lleva mucho más tiempo que acá, pero que ha servido de ejemplo de lucha para lograr algo, aunque sea, mostrar lo inconformes que están todos los estudiantes hoy en día. Esa protesta, esa primera, que para muchos fue sosa o hacía que no lograra nada, se llamó “Besatón por la educación”, que consistió en reunir a todos los estudiantes de universidades públicas de Chile y Colombia principalmente, y de otros países que vivieran la misma problemática, en parques de las ciudades y besarse durante cierto lapso de tiempo. ¿El resultado? Sorprendente, fueron centenares de parejas que salieron a las calles a comerse a ósculos a su pareja. Aunque hubo varios de nosotros que nos quedamos con ganas de ir a la besatón para ver si esa era la única manera de volver a besar a alguien.

Las protestas no se detuvieron, hubo marchas, carnavales y mítines, palabra que siempre me ha parecido pintoresca por su origen, pero que representa esa unión estudiantil.

Luego, a través de las redes sociales, por donde se están gestando muchas de estas protestas, me llegó una invitación para otra manifestación de esas creativas. Esta vez no era ni con besos, ni disfrazado, era montado a caballo. Pero no a caballo normal, eso sería una violación al pensamiento de muchos de los estudiantes que tienen su lucha animalista, no. Era montados en caballos de madera y partiría desde un claustro en la zona norte de Medellín y terminaría en la Universidad de Antioquia, el símbolo de la educación pública en nuestra ciudad, al menos por la cantidad de estudiantes que tiene y las luchas que ha librado. De esta protesta no sé si en realidad salieron a marchar a caballo, pero fue una muestra de esa creatividad que están mostrando los estudiantes.

Ahora, entre todas esas sorpresas que me ha representado la protesta estudiantil en los últimos meses, volvió a llegar una invitación para una nueva protesta en favor de la educación, en contra de la reforma a la Ley 30 y que se llevará a cabo la noche del 28 de octubre y culminará en la mañana del 29. A esa protesta le pusieron el nombre de “Culiatón por la educación”. Sí, el objetivo es hacer el acto sexual para protestar en contra de la reforma.

Esta vez no saldrán a la calle, no paralizarán el tráfico, no se verá el color adornando el cemento, no habrá nuevos graffitis en las paredes, pero si pueden haber otras cosas que pueden escandalizar al país.

Una de esas cosas puede verse representada en la cantidad de embarazos no deseados que se pueden producir a raíz de esa protesta, la otra cosa que escandalizaría a la nación, que en las últimas semanas se ha visto envuelta en un debate sobre el aborto, sería los abortos inducidos, así sea con pastillas del día después y que a este país mojigato lo llevaría a condenar casi con la pedrea a quién lo cometa.

A mí lo único que me preocupa es que nazcan más niños como yo. Sí, como yo. Así, quejumbretas, que no les guste nada, que alcen la voz, que protesten, que digan las cosas, que siempre estén inconformes. Pero ¿por qué me pongo como ejemplo? Pues porque según cuenta la historia familiar, yo fui concebido en una acción cómo ésta. Que aunque en esa época no había redes sociales para asociarlos a todos, era lo único que quedaba, ya que en el ochenta y ocho, cuando la Universidad de Antioquia tuvo un paro de casi un año, a mis padres no les quedó otra manera de mostrar su inconformidad y su apoyo al paro, con una “Culiatón” de reencuentro, ya que con motivo de la anormalidad académica, mi papá se había ido a representar a Medellín en el Festival Internacional de Teatro de Manizales y ahora que volvía, como no había que estudiar, solo encontró esa manera de soltar toda esa energía y conocimiento que traía.

Por eso, amigo estudiante de este siglo, si busca acogerse al paro y apoyar la “Culiatón”, hágalo sin ningún problema. Eso sí, le doy un consejo, protéjase, use preservativos y esas cosas que evitan que haya bebés, para que no contribuya a agrandar la población de gente cansona como yo.